La Fundación, en el marco de su proyecto Consume con Responsabilidad, ha organizado un taller formativo con distintas familias para analizar los hábitos en el hogar con el objetivo de reducir el desperdicio alimentario.
Un taller en el que se ha repasado la forma de comprar, almacenar o cocinar los alimentos y, así, observar lo que tiramos y cómo se puede reducir esos desperdicios.
Alguna de las conclusiones que han salido de este taller son:
• Para las frutas y verduras, se debe comprar menos y más periódicamente ya que son los alimentos que más se estropean.
• Para el pan: hay que reducir su compra ya que la mayoría de las veces sobra, en este caso se recomienda tostarlo al día siguiente para darle mayor vida.
• Para las sobras, se recomienda congelar en raciones individuales.
• A la hora de cocinar, hay que ajustar lo máximo posible las raciones para evitar que sobre comida.
Además, en este taller también se jugó a “Pasapalabra sin desperdicio” en el que se aprovechó para repasar conceptos sobre esta problemática.
